El Growth Hacking es la técnica que investiga cómo captar el máximo número de usuarios, impactos e ingresos con la mínima inversión y esfuerzos.
Esta tendencia procedente de EEUU, dónde ya es una profesión, es una de las más utilizadas en el sector del Marketing Digital y en especial por las Startups.
En España hace menos tiempo que se utiliza, pero también empezamos a ver ya los primeros centros y Universidades donde imparten esta especialización.
A continuación te mostramos cómo debe ser el perfil de un Growth Hacker y algunas de las técnicas de Growth Hacking que puedes utilizar para tu estrategia de Marketing Digital.
El perfil del Growth Hacker
Analítico: Debe monitorizar todas las acciones que está llevando a cabo la marca, investigar cuáles son las que mejor están funcionando con los públicos en función de los objetivos que se quieren alcanzar.
Curioso: Debe buscar e investigar, estar actualizado de nuevas técnicas que puedan surgir o que se estén utilizando.
Creativo: Combina diferentes técnicas e inventa nuevas que puedan funcionar para lograr los objetivos.
Ágil: Aprovecha un momento determinado para crear su hack y triunfar entre su público.
Multidisciplinar: Tener conocimientos de diferentes áreas ayudará aún más a que pueda proponer y elaborar nuevas técnicas.
Acciones Growth Hacking
Modelo Freemium: Ofrecer una versión gratuita y después complementos o versiones de pago para mejorarla, o bien ofrecer un tiempo determinado de forma gratuita y después de estos días tenga que pagar para seguir utilizando el servicio. De esta forma estás dejando probar al usuario el producto y una vez lo ha hecho si lo ve preciso tendrá la opción de adquirirlo. Esta técnica es muy utilizada por startups y aplicaciones online.
Exclusividad: Ofrecer algo de forma exclusiva, por ejemplo, únicamente pueden acceder a ello si reciben la invitación de un amigo. De esta forma se logra que el usuario desee obtenerlo y deberá buscar a algún contacto que lo esté utilizando. A menudo esta técnica se combina también con la del modelo freemium, como hizo en su momento Spotify.
Gamificación: Crea pequeños juegos para mantener a tus usuarios y que realicen las acciones que les pides, por ejemplo registrarse o completar un perfil, etc.
Efecto Wow: Se trata de sorprender al usuario/ consumidor. Por ejemplo, cuando le das algo a más a más. Puede tratarse de un post en el que se aportan plantillas gratis, o el envío de un producto al cliente en el que se le incluye algún complemento. Ello hará que esos usuarios quieran compartir su experiencia en las redes sociales con sus contactos y aumentará así la reputación y el valor de la marca, además de haber fidelizado ya un cliente que seguro volverá a comprar.
Memes y Gif’s: La creación de memes y gift y además si aprovechas en momento de la ‘ocasión’ puede ser una buena oportunidad para tu estrategia e incluso puede llegar a convertirse en viral, haciendo que tu marca cobre mayor visibilidad en social media.
Email Mágico: Enviar un mail que el usuario no espera, se suele utilizar cuando el usuario se registra en una página o bien realiza alguna opción, a modo de regalo o recompensa se le envía un email que puede contener un ebook, un descuento para su próxima compra, etc. Esto ayuda a fidelizar a los públicos.
Reciclaje de contenidos: Aprovecha contenidos antiguos para darles un nuevo formato, por ejemplo: convertir un texto en una infografía, o transformar un ebook en diapositivas, etc.
Evergreen (siempre verde): Es la elaboración de contenidos que no tienen fecha de caducidad, es decir, son aquellos temas que no son novedad ni moda y a los que siempre va a recurrir el público. Por ejemplo: cómo cocinar X plato.
Just in time: Investigar cuándo es el mejor momento para publicar o enviar tus emails.
Existen muchos más Hacks y cada día aparecen nuevos, ahora que ya conoces qué es y cómo funciona el Growth Hacking, ¿Te atreves a hacer tus propias combinaciones de hacks?